La corrupción es uno de los males que más afecta a las personas en el mundo. Los que tienen el poder se aprovechan de sus posibilidades para tomar los recursos de la nación y dejar que el pueblo sufra las consecuencias.
Según un estudio científico, hay tres cosas que identifican a la corrupción.
La corrupción tiene ventajas.
Según un estudio realizado por Francisco Úbeda, biólogo evolutivo de la Universidad de Tenessee (EE UU), la corrupción desempeña un papel clave para que se mantenga la cooperación social. Usando la teoría de juegos, Úbeda busco qué lleva a los individuos a colaborar incluso en sociedades corruptas. Y desarrolló un modelo que revela que los poderes que aplican la ley suelen ser corruptos porque se consideran "por encima de la ley", pero que a pesar de ello la sociedad sigue cooperando y se comporta de un modo correcto para evitar el castigo. Sin las fuerzas de la ley, añade, los individuos tendrían menos incentivo para cooperar; y sin poder y corrupción, los que ostentan el poder no tendrían incentivos suficientes para desarrollar su trabajo. Esto explica, asegura, por qué entre los insectos sociales también se observan comportamientos corruptos.
Corrupción y terremotos.
Durante las tres últimas décadas, el 83 por ciento de todos los fallecimientos causados por terremotos han ocurrido en países pobres que son más corruptos de lo que se espera considerando sus niveles de ingreso per cápita, según un estudio del Imperial College de Londres (Reino Unido)que publicaba la revista Nature. El análisis muestra que las prácticas deshonestas en la industria de la construcción, incluyendo el uso de materiales de baja calidad y el emplazamiento poco apropiado de los edificios, hace que aumente el número de víctimas en grandes terremotos en estos lugares.
Las mujeres, menos corruptas.
Las mujeres suelen ser más propensas a desaprobar la corrupción política, según un estudio llevado a cabo por Justin Esarey, investigador de la Universidad de Rice. Sin embargo esto solo se aplica a los gobiernos democráticos: en las autocracias, dice Esarey, hombres y mujeres son igual de corruptos.
Fuente: Muyinteresante.es