En un pequeño pueblo polaco llamado Zalipie, alguien pintó una flor en su tejado para cubrir una mancha de hollín que había dejado la chimenea. En aquellos años, la ventilación era muy pobre, y las manchas de hollín eran algo común en casi todas las casas. Así que otros vecinos siguieron el ejemplo y también comenzaron a ocultar las manchas con sus propias flores pintadas, hasta que todas ellas estuvieron cubiertas de flores.
Con el tiempo, todo en el pueblo acabó cubierto de flores, desde casas y graneros a puentes e iglesias y, desde primavera de 1948, el pueblo tiene una competición de Cabañas Pintadas (Malowana Chata).
El propósito original de este concurso era parte de un movimiento para ayudar a Polonia a recuperarse psicológicamente de las atrocidades que sufrió el país en la 2ª Guerra Mundial.
Zalipie, que está muy lejos de aquellos días oscuros, está ubicado en el sudeste de Polonia, a 90 minutos de Cracovia. Este precioso y colorido pueblecito es un destino fabuloso para una excursión memorable.
Si algún día tienes oportunidad deberías conocerlo.
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Fuente: culturainquieta.com