Tal vez su nombre signifique una gran inspiración para ti o tal vez simplemente te suena. Poco importa para el caso, porque los genios nos influyen con lo que hacen aunque no lo sepamos.
Stephen Hawking sin duda es uno de ellos, y a los 21 años le detectaron ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica). Habiendo tenido la suerte de vencer a la opinión de los médicos, tiene doce doctorados honoríficos y es una de las mentes que más ha aportado a la física moderna. En una clase magistral en el London Royal Institute demostró que tiene un mensaje para cada uno de nosotros.
También para ti:
“El mensaje de esta clase es que los agujeros negros no son tan negros como se había creído. Se puede salir de ellos afuera y también, posiblemente, a otro universo. Así que si sientes que estás en un agujero negro, no te rindas: hay salida”.
Tras este inspirador mensaje, en el turno de preguntas los asistentes le preguntaron por su propia experiencia y también por la eutanasia:
“Creo que quien es víctima [de una enfermedad grave y crónica] debería tener el derecho de acabar con su vida, si quiere. Pero creo que eso sería un gran error. Tan mala como pueda parecer la vida, siempre hay algo que puedes hacer y en lo que puedes triunfar. Mientras hay vida hay esperanza”.
Y Hawking prosiguió con su inspirador mensaje:
“Si tienes una discapacidad, no es probablemente tu culpa, pero no está bien culpar al mundo o esperar que este sienta pena por ti. Hay que tener una actitud positiva y dar lo mejor en cada situación en la que uno se encuentre. Si alguien es discapacitado físico, no se puede permitir estar impedido psicológicamente.
En mi opinión, uno debería concentrarse en actividades en las que su incapacidad física no represente un impedimento importante. Me temo que los Juegos Paralímpicos no me llaman, pero eso es fácil de decir para mi porque tampoco nunca me gustó la gimnasia. En cambio, la ciencia es un buen ámbito para las personas discapacitadas porque funcionan principalmente en la mente. Desde luego, la mayoría de trabajo experimental queda lejos del alcance de las personas con discapacidades severas, pero el trabajo teorético es casi ideal.
Mis discapacidades no han sido un impedimento significativo en mi ámbito, que es la física teórica. De hecho, me han ayudado de algún modo protegiéndome de dar clase y hacer tareas administrativas en las que, de otra manera, me habría tenido que implicar. Lo he conseguido, sin embargo, solo por la gran cantidad de ayuda que he recibido de mi mujer, hijos, colegas y estudiantes. He encontrado que la gente en general está dispuesta a ayudar, pero tú debes animarles a sentir que sus esfuerzos por ayudarte valen la pena tirar adelante tan bien como puedas”.
No te rindas, pase lo que pase, sigue adelante.
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Fuente: www.estovalelapena.com