La búsqueda de vida en otros lugares ajenos a la tierra no se detiene, esta vez, China apuesta por la luna.
Semillas y huevos de insectos estarán almacenadas en un contenedor especial en la próxima misión de China a la Luna, la Chang'e 4, que despegará en el año 2018.
Confeccionado con una aleación especial de aluminio, este contenedor aspira a demostrar el proceso de crecimiento de plantas y animales en la Luna. También se instalarán baterías especialmente diseñadas con alta densidad de energía en el contenedor para proporcionar un suministro de energía.
Experimento selenita
Con este experimento de ceración de un ecosistema en la Luna, pues, China pretende también abundar en el conocimiento sobre el futuro establecimiento de bases ecológicas en otros planetas.
El control de la temperatura y el suministro de energía son los mayores desafíos para el establecimiento de un ecosistema en la Luna. Según explica Zhang Yuanxun, jefe de diseño del contenedor:
El envase enviará patatas, semillas de arabidopsis y huevos de gusano de seda a la superficie de la Luna. Los huevos eclosionan en gusanos de seda, que pueden producir dióxido de carbono, mientras que las patatas y las semillas emiten oxígeno a través de la fotosíntesis. Juntos, pueden establecer un ecosistema simple en la Luna.
El contenedor tiene 18 centímetros de largo y pesa 3 kilogramos, y está formado por más de 100 componentes.
¿Dará resultado?
Fuente: www.xatakaciencia.com