Conocer las mejores rutinas de cuidado para nuestro rostro nos permite mantener la piel en perfecto estado durante más tiempo.
Si tu rutina del baño se traduce en mucho jabón, este artículo es para ti. Porque aunque enjabonarte en la ducha puede ser la actividad más común y natural del mundo, no es lo mejor para tu piel, especialmente si se trata de tu cara.
El cuidado de la dermis es un tema complicado. Y es que cuando eres joven, puedes echarte un poco de agua en tu cara y seguir tu rutina diaria, pero una vez cumplidos los 18 años, necesitas más ayuda para lucir así de fantástica.
Pero hay algunas cosas que nunca cambiamos, una es cómo lavamos nuestra cara. Bien sea que estés retirándote el maquillaje, el sudor del ejercicio, o simplemente los residuos del día, todos queremos lucir pulcros y frescos. Y la mayoría de las veces lo más conveniente es hacerlo al bañarnos.
Sin embargo, la Co-directora del Centro de Cirugía Láser dermatológica en Washington D.C indica que restregar tu rostro en la ducha puede ser un error, de acuerdo a una entrevista respondida para el sitio de belleza The Gloss.
"Yo le recomiendo a mis pacientes que se laven la cara en el lavamanos en vez de la ducha. Y les sugiero usar agua fría o a temperatura ambiente, lo cual es mejor para las pieles más delicadas".
El beneficio de hacerlo en el lavamanos, es que puedes controlar mejor la temperatura.
Aparentemente, la piel delgada de nuestras facciones prefiere agua fría, pero la realidad es que nadie elige una ducha con agua fría (¡a menos que estés en el más intenso verano!).
Adicionalmente, el lavabo te permite cambiar de temperatura rápidamente, por lo que puedes finalizar tu limpieza con un buen splash de agua helada. Ahora si esta idea no te parece muy atractiva, te damos una alternativa: las toallitas desmaquillantes. Por lo general vienen ya frías, pero no abuses de ellas, pues los expertos afirman que le hacen daño a tu piel.
Cuando se trata de una piel saludable y radiante, al parecer nada puede ganarle al clásico lavado de cara con un limpiador suave en el lavamanos...¿O prefieres una ducha congelada?
Sabemos que la respuesta es no, pero cuando se trata de un cutis impecable, el cambio de rutina vale la pena.
Fuente: la.eonline.com