El pasado 24 de febrero una noticia estremeció al mundo: Valentina Maureira, una chica chilena de tan solo 14 años, enferma de fibrosis quística, pedía la eutanasia a la presidenta Michelle Bachellet a través de un vídeo que subió a YouTube. La joven, “cansada de vivir con esta enfermedad”, solicitaba a Bachellet la autorización para que le suministraran “una inyección para quedarme dormida para siempre”.
En la filmación de apenas 30 segundos que Valentina publicó en su cuenta de Facebook el 23 de febrero, la joven decía textualmente: “Soy Valentina Maureira, tengo 14 años, sufro de fibrosis quística y solicito hablar urgentemente con la presidenta porque estoy cansada de vivir con esta enfermedad y ella me puede autorizar la inyección para quedarme dormida para siempre”.
En aquellos momentos, el padre de la joven, Freddy Maureira, dijo en una entrevista concedida a la emisora chilena ADN que, aunque “es duro que una hija diga eso”, tenía que apoyarla.
Tras el emotivo llamamiento de Valentina, hubo una inmediata repercusión en las redes sociales y se reabrió en Chile el debate sobre la posibilidad de legislar acerca de la eutanasia.
Desde el Gobierno, su portavoz, Álvaro Elizalde, señaló que el llamamiento de la joven no podía ser atendido por La Moneda porque la legislación vigente en Chile no permite la eutanasia. “Se trata de un tema del cual no es posible no sobrecogerse, estamos hablando de una menor edad y sobrecoge, genera sin duda solidaridad. Ahora, la normativa vigente en Chile no permite que el Gobierno acceda a una solicitud de esa naturaleza”, añadió.
Cabe recordar que la fibrosis quística es una enfermedad hereditaria y degenerativa que afecta principalmente a los pulmones, hígado y páncreas y puede ser mortal.
“Un mensaje de esperanza”
Sin embargo, un mes después de haber solicitado a Bachellet la eutanasia, Valentina ha cambiado de opinión y ha vuelto a sonreír. El milagro ha llegado de la mano de una joven cordobesa, Maribel Oviedo, afectada también por la misma enfermedad, que viajó desde Argentina con su familia para visitar a Valentina en el hospital donde está ingresada.
El pasado 18 de marzo, Ernesto y Maribel Oviedo se desplazaron a Chile y contaron a Valentina la historia de su lucha. “Gracias a Dios, pudimos encontrarnos con Valentina y su familia y les transmitimos un mensaje de esperanza”, explicó Ernesto.
Hay que señalar que en enero de 2013 la hermana melliza de Maribel, Marisol, murió en el hospital de la Fundación Favaloro, donde estaba internada a la espera de un trasplante de pulmón.
Dado que en Chile hay menos donantes que en Argentina, “nosotros les pasamos todos los contactos con los médicos de Porto Alegre (Brasil). Nos ofrecimos a ser puente con el doctor José Camargo. Maribel tiene que ir a un control pronto y ella se ofreció a acompañar a Valentina, porque quiere seguir alentándola a vivir”, añadió Ernesto.
Al mismo tiempo, el padre de Valentina, Fredy Maureira hacía las siguientes declaraciones al diario chileno El Mercurio: “Sí, ella lo está pensando. Apareció una familia de Argentina, de Córdoba, que vinieron a verla y que tenían tres hermanos con fibrosis quística que fallecieron y a otra hija le trasplantaron un pulmón en Brasil, e igual ella sigue pensando la mitad y mitad”.
La cuestión es que el emotivo encuentro entre las dos jóvenes hizo que Valentina repensara su idea de morir. Y dos días después habló con El Mercurio. “Son distintos casos, distintos finales, todos relacionados con la misma enfermedad. Igual es una decisión difícil. […] Hay gente que me ha hecho cambiar mi forma de pensar” concluyó la joven.
“Un ángel que llegó a Chile”
Por su parte, el padre de Valentina ha vuelto a ver una luz de esperanza ante la situación de su hija. Tras entrevistarse con la joven cordobesa, lo primero que manifestó Freddy Maureira al referirse a ella fue que “Maribel es un ángel que llegó a Chile la semana pasada”.
El hombre se mostró conmovido y agradecido por el paso de la cordobesa por la habitación de su hija, al tiempo que emitió su propia calificación no sólo de ella, sino también de Valentina. “Es una guerrillera igual que mi hija, una luchadora”, subrayó.
“Siempre hay esperanza, y agradezco a Maribel su visita. Hoy, Valentina no piensa en tomar esa decisión que había anunciado por Internet, hay que seguir conversando y animándola”, remarcó.
Fuente: www.lanacion.com.ar