Diez hermosos y maravillosos años compartieron juntos estos dos enamorados. Pero un día ocurrió algo horrible y las cosas tomaron un rumbo muy diferente. Me pasó un escalofrío por toda la espalda con esta historia.
Se amaron desde que se conocieron siendo unos adolescentes: Chadil y Sarinya son de la capital de Thailandia de Bangkok.
Diez felices años permanecieron juntos viviendo inumerables experiencias. Tenían la idea de casarse en algún momento en un día no muy lejano, este era su deseo paa sellar su amor para siempre delante de muchas personas.
Y fue así como fijaron el día y el lugar para realizar su boda, que tendría lugar finalmente en 6 meses. Chadil quería terminar primero sus estudios y después trabajar para poder ganar el suficiente dinero. De esta manera empezarían con su deseo de formar una familia.
Pero entonces ocurrió una catástrofe y la mala suerte llegó a sus vidas, lo último que querían que alguna vez pasara: Sarinya tuvo un horrible accidente de auto y quedó gravemente herida. Debido a las caóticas situaciónes de abarrotamiento del hospital de Bangkok, tuvo que esperar 6 horas antes de ser atendida de urgencia. Pero entonces ya era demasiado tarde para atenderla y Sarinya sucumbió ante sus graves heridas internas.
El mundo llegó a su fin para Chadil en aquel negro día. Durante días estuvo encerrado en su casa, solo aferrado en su cabeza a un solo pensamiento. Estaba pasmado y desesperado. Repudiando a los médicos y recriminandoles por que habían tenido la culpa de haber dejado morir a su muy querida y amada Sarinya haciendo casi imposible que se pudieran casar. Pero este deseo lo quería y tenía que cumplirlo.
Así que no se dio por vencido y se empecinó en hacer la boda. Pero no fue nada fácil, fue una lista contra las autoridades la que tuvo que mantener, así que Chadil insitió cuanto pudo: Y un maravilloso día de domingo en el mes de Mayo, Chadil se puso su vestido de novio y se dirijió hacia dónde su pálida esposa lo esperaba.
Sarinya estaba vestida correctamente para el matrimonio y descansaba tendida sobre el suelo de un colorido y bien decorado pabellón.
Chadil besó la mano de su prometida y las lágrimas brotaban de sus ojos, corriendo desbordadas como caudales por sus mejillas. Se podía pecibir en el ambiente tantos sentimientos.
Entonces tomó el anillo de bodas en la mano y lo deslizó gentilmente sobre el dedo de su amada Sarinya. Este fue un momento con el que siempre soño y no había nada que quisiera más en el mundo que hacerlo realidad.
Para terminar con la ceremonia, Chadil le dio un beso a su esposa en la frente. No había deseo más grande que hubiera tenido en esos momentos, los dos estaban finalmente casados. Qué amor más fuerte. Rompiendo cualquier barrera y frontera.
Fuente: www.nolocreo.com