Después de mucho estudiar, y aprobarlo todo, hay un momento que todo estudiante quiere vivir: la graduación. Se cierra un ciclo de exámenes, de trabajos, de esfuerzo... y se empieza otro. Juliet Smith, una chica de Carolina del Norte, lo tenía todo preparado para acudir a la suya el pasado sábado pero un imprevisto de última hora se lo impidió. Un pequeño gran imprevisto con nombre y apellidos, Milo David Unger, y es que Juliet rompió aguas el viernes pasado mientras comía con su madre y su prometido.
Juliet, embarazada de 37 semanas, vio como su pequeño de adelantaba y no tuvieron otra opción que ir directos al hospital.
Sentimientos encontrados, como ella misma describe en Today.com porque no quería perderse su graduación... hasta que le pusieron al pequeño Milo en sus brazos y se dio cuenta de lo que acababa de pasar. ¡Acababa de ser madre! Y no podía haber nada mejor que eso. Confiesa que le pidió a los médicos si había alguna manera de retrasar el parto porque ella quería caminar por el pasillo con su diploma, pero estas cosas no suelen avisar.
Sí que lo pudo hacer su madre que, visto lo visto, se puso en contacto con el decano del Guilford College para decirle que su hija no podría acudir a la fiesta de graduación porque acababa de dar a luz.
Pero Juliet tuvo su graduación porque si ella no podía ir al evento, el evento iría a ella. Así que en silla de ruedas la llevaron hasta una sala del hospital donde una docena de profesores la esperaban para darle su preciado diploma aunque ella ya llevaba en brazos su mejor regalo, a su hijo.
Algo más de 24 horas vividas al límite por todo lo ocurrido pero de las que Juliet se queda sobre todo con una cosa y es que ''después de todo, lo he podido compartir con mi hijo''.
Fuente:
http://www.cribeo.com/estilo_de_vida/7664/no-pudo-acudir-a-su-graduacion-porque-se-puso-de-parto-y-los-profesores-le-dieron-una-grata-sorpresa