La intervención se hizo en el hospital Ludovica de La Plata y tuvo como protagonista a Kilian Valdemarín, pequeño de un año que nació con inmunodeficiencia combinada severa. Su madre fue la donante y, para evitar el rechazo, los médicos emplearon una técnica que nunca había sido utilizada en el país.
“Cuando me lo propusieron no lo dudé, nunca había estado más cerca de curar a mi hijo”, fueron las palabras que salieron de Fiama tras haberse sometido a una operación que le dio una segunda oportunidad a Kilian Valdemarin.
Se trata de un hecho novedoso producto de que, para evitar el rechazo, se empleó un aparato de última generación que filtra los linfocitos T, las células que cumplen un rol clave en los problemas de compatibilidad.
El niño nació en Rosario con una grave enfermedad llamada inmunodeficiencia combinada severa. Quienes la sufren se los conoce como ”los chicos de la burbuja”, porque, por un defecto genético, carecen inmunidad celular, lo que los hace fallecer a causa de cualquier tipo de infección.
Cuando el nene tenía seis meses, sus padres fueron notificados de que su hijo no viviría más de un año. Hoy tiene casi dos y ayer, cuando confirmaron que había comenzado a generar sus propias células inmunes, suspiraron con alivio y esperanza.
Los médicos decidieron emplear el nuevo aparato adquirido por el Garrahan que filtra las células madre obtenidas de la médula de Fiama, la madre.
Hoy, el niño se encuentra en recuperación, internado en el hospital de La Plata. La mitad de la muestra de células madre es guardada por si sufre una recaída. Sin embargo, los profesionales aseguran que la médula ósea prendió perfectamente en el organismo del bebé y que, hasta el momento, su evolución es buena.
El nuevo aparato de última generación se llama Clinimacs y fue ajustado por el laboratorio de Inmunología Celular del Garrahan para ser utilizarlo por primera vez en este trasplante realizado en el hospital Ludovica de la Provincia.
Fuente: www.elciudadanoweb.com