Las agresiones sexuales son una lamentable realidad que millones de mujeres sufren a nivel mundial, una situación que desata debates, culpables, medidas cautelares y reflexiones varias.
Luego de revisar diversos estudios en relación a las violaciones femeninas, Ruth y Yuval concluyeron que estrategias de protección como la defensa personal y el gas de pimienta no eran lo suficientemente efectivas para evadir un asalto sexual, y que por otra parte la resistencia a este tipo de ataques aumenta las posibilidades de evadirlos de una manera más exitosa sin volver más propensa a la víctima a recibir otro tipo de perjuicios físicos por su atacante.
De esta manera nació la idea de crear una línea de ropa que fuera capaz de evitar una violación ¿Cómo? Por medio de prendas de uso diario como ropa interior, shorts para trotar o de viaje, resistentes a los cortes, que no pueden ser arrancadas a la fuerza y en donde zonas como las caderas, muslos y genitales son protegidos con un sistema que se bloquean para evitar su desprendimiento. La única forma de quitárselos es ingresando un código. Así nace AR Wear.
Las prendas tendrán una estructura reforzada con forma de esqueleto, y unas correas en los muslos que se podrán adaptar antes de bloquearlas, y que una vez se ajusten no podrán ser desplazadas hacia los lados.
Además, tendrán una correa en la cintura similar a las de los muslos que sólo podrá abrirse al desbloquear una cerradura con movimientos de reloj, con hasta 132 combinaciones distintas.
Se trata de un proyecto en el cual se trabaja pero aun no se comercializa.